El papa Francisco instó este miércoles a los congoleños a que perdonen a los que les causaron daño durante una misa multitudinaria en Kinshasa a la que acudieron alrededor de un millón de personas.
Muchos de los fieles pasaron la noche en los amplios terrenos del aeropuerto Ndolo de Kinsasa antes de la llegada de Francisco entre canciones, bailes y expectación por la primera visita papal al país, de abrumadora mayoría cristiana, desde el último viaje de Juan Pablo II en 1985.
Alrededor de la mitad de los 105 millones de habitantes del país son católicos, según estadísticas del Vaticano.
Francisco condenó la violencia el martes y tenía previsto reiterar su petición de paz durante una reunión con víctimas del conflicto. Se esperaba que las víctimas participaran en una ceremonia para perdonar a sus agresores, según organizadores del Vaticano.
El Vaticano dijo que según los organizadores locales, un millón de personas habían acudido a la misa. El terreno del aeropuerto tenía capacidad para 1,5 millones de personas y no estaba lleno para cuando comenzó la ceremonia.