El Nápoles, líder absoluto de la Serie A italiana con quince puntos de ventaja, pondrá este martes a prueba su nivel en la Liga de Campeones en la visita a un Eintracht de Fráncfort que busca romper los pronósticos que le dan como víctima, en una eliminatoria de octavos de final que se inicia en terreno alemán.

El Eintracht llega al duelo contra el Nápoles tras derrotar al Werder Bremen (2-0), en un partido donde el entrenador Oliver Glasner pudo incluso quitarle minutos de las piernas a algunos jugadores que se espera que sean titulares ante el conjunto italiano.

Con respecto a la primera mitad de la temporada, la principal novedad en el Eintracht es la llegada del carrilero izquierdo Philipp Max, figura ante el Bremen, que tiene una función similar a la que antes desempeñaba Filip Kostic.

Con la llegada de Max Glasner puede ser fiel a su sistema de tres centrales y dos carrileros altamente ofensivos con Max por la izquierda y Ansgar Knauf por la derecha.

La eliminatoria ante el Nápoles se ha comparado en su significación con la que disputó el Eintracht en la temporada ante pasada ante el Barcelona en su camino hacia el título de la Liga Europa.

«El significado es parecido pero hay que recordar que ahora el Nápoles llega en mejor situación que el Barcelona en aquellos partidos», advirtió Glasner.

Entre los jugadores a los que pudo darle cierto descanso Glasner después del segundo gol ante el Bremen estuvo Randal Kolo-Muani, una pieza clave del equipo en la ofensiva con 10 goles y 13 asistencias.

Kolo-Muani dejó el campo en el minuto 68 para dar paso a Rafael Borré. Nunca había salido tan pronto en toda la temporada lo que es una muestra de que Glasner ya pensaba en el Nápoles con el cambio.

El Nápoles de Luciano Spalletti llega de manera inmejorable al enfrentamiento europeo, desplegando el mejor fútbol de Italia y como la revelación consolidada de Europa. Un equipo vertical, sólido en defensa, con criterio en el centro del campo y con dos jugadores arriba que son garantía de peligro constante como el georgiano Khvicha Kvaratskhelia y el nigeriano Victor Osimhen.

Y es que juntos se han convertido en una de las mayores amenazas para las defensas de cualquier equipo, combinando la calidad del georgiano (12 goles) y la superioridad física del nigeriano (19 goles), así como el argumento más sólido para poder colgar el cartel de favorito al conjunto ‘azzurro’.

El equipo ‘partenopeo’ solo cuenta con una baja para el duelo ante los germanos, la del italiano Giacomo Raspadori en ataque, en una plantilla con un gran fondo de armario que ha conseguido decantar la balanza en los momentos de mayor dificultad de la temporada, que han sido pocos.

Uno de los habituales de la ‘unidad B’ es el argentino Giovanni ‘Cholito’ Simeone, que no desaprovecha cada mínima oportunidad que le brinda su técnico y que ya suma ocho goles en todas las competiciones, cuatro de ellos en ‘Champions’.

Comandará la defensa el coreano Kim Min-Jae, que está supliendo con creces la marcha del senegalés Kalidou Koulibaly; el eslovaco Stanislav Lobotka y el polaco Piotr Zielinski marcarán el tempo desde la medular; y el mexicano Hirving Lozano completará el tridente ofensivo.