En casi 25 años de servicio como maestro, Ricardo realiza un análisis en el que concluye que la figura del profesor ha ido en declive y atribuye esto a la política educativa y la desvinculación que este sector ha tenido con la comunidad.
Mencionó que en su momento un maestro participaba en la toma de decisiones dentro de sus comunidades, y a la fecha ha visto que se ha perdido el respeto hacia su labor y se ha ido devaluando la figura.
Aunque recalca que esta situación no se podría generalizar, pues sigue habiendo cierta distinción hacia los profesores en los contextos rurales, donde estos siguen participando en la parte organizativa de las comunidades.